
Hotel Cascade Resort, en Lagos (Portugal - Algarve)
Hace ya casi 3 semanas nos fuimos a disfrutar de tres días de vacaciones al Algarve (una de las pocas regiones de Portugal que no conocía) y escogimos un hotel de 5 estrellas que acababa de inaugurarse (había una oferta muy buena en Voyage Privé).

Vista de la praia do Canavial desde lo alto del tortuoso acceso y chalet en la zona de la playa de Porto de Mós.
La habitación del Cascade Resort (fantástica) tenía terraza, vistas al mar y acceso directo a la piscina exterior. Además, a 10 minutos andando estaban la playa do Canavial (salvaje) y la de Porto de Mós, rodeada (a distancia) de resorts –aparte de los 4 kilómetros de playa que tiene Lagos–, apartamentos y chalets de lujo.

Fachada (s. XVI) e interior (s. XIX y s. XX) de la iglesia de Santa María.
Hicimos muy poco turismo (la mayor parte del tiempo estuvimos en la playa, en la piscina o descansando), pero también bajamos un par de noches a cenar a Lagos, un pueblo pequeño y bonito, aunque con muchos turistas.
Os dejo aquí algunas de las fotos que hice el último día del viaje y que, muy probablemente, serán las únicas fotos de vacaciones de verano que pueda colgar este año en el blog.

Ventana de la iglesia de Santa María, Almacén Militar y monumento al Infante Dom Henrique.

Típico buzón de correos, Mercado de Esclavos y Fuerte Ponta da Bandeira.

Murallas de la ciudad y Fuerte Ponta da Bandeira.

Iglesia de Santo Antonio y Clube Artístico Lacobrigense.

Una chica camaleón adopta los colores de las señales de tráfico y unas toallas «turísticas» (si seguís el blog, sabréis de dónde he plagiado esta foto).

Un viejo rocker, un «camello» (mirándome muy mal) y una gitana vendiendo globos.

Una horrible escultura al rey D. Sebastiao y un tiovivo en la plaza Gil Eanes.

Fachada de una panadería.

Una bonita casa en la plaza de Luis de Camoes y una típica calle de Lagos, camino de la Iglesia de Santo Antonio.
Espero que os hayan gustado las fotos (recordad que se pueden ver a mayor tamaño haciendo clic sobre ellas).
En Lagos hay mucho más que ver, pero fue un viaje muy corto (aunque descansamos bien y lo disfrutamos). Habrá que volver en otra ocasión –espero que no sea muy pronto–.
P.D.: Aunque los dos días que cenamos en el pueblo todo estaba muy rico, no conseguimos ir a ninguno de los restaurantes que nos habían recomendado (en Lagos se come muy bien y, en general, bien de precio).

Turistas a punto de cruzar el arco de San Gonzalo, en la muralla de la ciudad de Lagos.
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