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El viernes era el día que habíamos reservado para descubrir Brooklyn, ya que en el viaje de 2007 sólo cruzamos el puente y dimos una pequeña vuelta por la zona de Dumbo.
Comenzamos la visita dando un paseo por Brooklyn Heights, un barrio residencial –la respuesta a lo grande al Village de Manhattan– con las típicas casas neoyorquinas (brownstones) del XIX. Desde el Brooklyn Heights Promenade disfrutamos de una excelente vista del skyline de NY y del puente de Brooklyn.
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Continuamos el paseo por la zona del Brooklyn Borough Hall, para dirigirnos al Brooklyn Historical Society, un centro (creado en 1863) dedicado a preservar y a estudiar los 400 años de historia urbana Brooklyn. Pudimos ver una exposición de fotografías de locales de Brooklyn y disfrutar de las instalaciones del edificio (especialmente de la fantástica biblioteca, que abarca dos pisos).
Cogimos el metro para acercarnos al Brooklyn Museum, que se encuentra en el enorme Prospect Park, que también acoge al Jardín Botánico de Brooklyn y al Prospect Park Zoo. El museo es uno de los más antiguos y grandes de EEUU. Diseñado a finales del siglo XIX por McKim, Mead & White, ha sufrido muchas intervenciones en los últimos años, como la para mí más que discutible nueva entrada diseñada por Polshek Partnership Architects. Las exposiciones, como suele ocurrir últimamente, no eran especialmente destacables (por desgracia, suele ser mucho más importante el continente que el contenido).
Cerca del museo se encuentra también la Brooklyn Public Library, que fuimos a ver a continuación. Después dimos un largo paseo desde la Grand Army Plaza por la séptima venida, Fulton Street, la zona donde se encuentra la Broken Angel House y, como aún teníamos tiempo, cogimos de nuevo el metro para dar una vuelta por Williamsburg.
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En Williamsburg aprovechamos para visitar un par de tiendas de discos (Academy Records y Sound Fix) y pasear por el barrio de moda. También nos acercamos al McCarren Park para ver los restos de la en su día famosa piscina art decó McCarren Pool (actualmente se estaba utilizando para conciertos, pero parece que van a recuperarla).
Por último, nos fuimos hasta Fort Green, para asistir en el BAM a la actuación de Simply Barbra, un transformista que hace de Barbra Streisand y canta casi tan bien como ella (aparte de unos comentarios ácidos que eran geniales). Nos reímos un montón (nos sorprendió especialmente cuando cantó You Don’t Bring Me Flowers y se desdobló en Streisand y en Neil Diamond, imitando las dos voces a la perfección) y fue un remate estupendo para la jornada que ya tocaba a su fin.
El sábado, entre otras muchas cosas, nos esperaba el concierto de Cut Copy en Terminal 5.
P.D.: No hay ningún comentario culinario ya que comimos (horrible) en el Brooklyn Museum y cenamos de tapeo en el bar del BAM.
P.D.2: Una curiosidad: una guía de graffiti en Brooklyn.