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La Central del Raval

La Central del Raval

El fin de semana pasado (más exactamente desde el jueves) estuvimos en Barcelona disfrutando de los conciertos del Primavera Sound. Vimos conciertos muy buenos (Sonic Youth, Neil Young, Joe Henry, Throwing Muses, Jarvis Cocker), buenos (Yo La Tengo, Deerhunter, The Vaselines, Jason Lytle, The Jayhawks), regulares (The Pains Of being Pure At Heart –especialmente por la voz desafinada del cantante y por los 25 minutos escasos que estuvieron sobre el escenario–, Vivian Girls) y malos (Saint Etienne); pero esta clasificación es, por supuesto, totalmente subjetiva (y hablo de los conciertos, no de los grupos o de los cantantes).

Aparte de pasarlo muy bien en el Primavera Sound, un servidor aprovechó las mañanas para visitar la ciudad y quedar con mi amiga Anay, que me descubrió nuevos restaurantes (Orígens, Senyor Perellada) y librerías (Laie, La Central) y me acompañó a la visita guiada al Palau de la Música.

Cafetería-restaurante de la librería Laie (Pau Clarís)

Cafetería-restaurante de la librería Laie (Pau Clarís)

Balcones

Balcones

NOTA 1: También comimos (bastante bien) en Cuines Santa Caterina.

NOTA 2: En Laie me compré Poemas de amor, de Anne Sexton, editado por Linteo. Y en La Central acerté plenamente con un libro que estoy devorando estos días: Barcelona. Museo secreto, de Ignacio Vidal-Folch (con fotografías de Txema Salvans), editado por Actar.

Hice muy pocas fotos: una perspectiva de un balcón, la cafetería de la librería Laie, una panorámica del restaurante Cuines Santa Caterina, algunas tiendas tradicionales, la librería La Central, etc. Pero hay dos, de las que hablaré a continuación, que me costó un poco más hacerlas y que creo que han quedado bastante bien.

Cuine Santa Catarina

Cuines Santa Caterina

En mi anterior visita a Barcelona me quedé con las ganas de poder fotografiar la espectacular cubierta del Mercado de Santa Catalina (de Enric Miralles), así que me prometí que esta vez iba a conseguirlo. Estuve hablando con los porteros de los edificios que hay frente a la fachada principal del mercado, pero no hubo manera de que medajaran subir a la azotea de ningún edificio. Cuando estaba por la parte de atrás del mercado, vi a una chica en un balcón de un tercer piso. Le saludé y le pregunté si no le importaba que subiera un momento a su casa para hacer una foto de la cubierta. La primera reacción fue de sorpresa y estaba un pelín cortada, pero, finalmente, accedió a que subiera a fotografiar el mercado (si por un casual alguna vez lee esto, MUCHAS GRACIAS).

Cubierta del mercado de Santa Catalina

Cubierta del mercado de Santa Catalina

Cafetería del Palau de la Música

Cafetería del Palau de la Música

La segunda foto es la de la sala de conciertos del Palau de la Música. Tanto en la entrada como en varios paneles del interior del edificio se indicaba que estaba prohibido hacer fotografías (no entiendo la razón). Desde que comenzamos la visita guiada, el típico turista impertinente se volvió loco haciendo fotos con flash a todo lo que veía y sólo le llamaron la atención una vez. Visto lo visto, cuando terminábamos la visita, esperé a que el guardia de seguridad no estuviera a la vista y rápidamente hice una foto de una vista general de la sala desde el segundo piso (Anay ya había salido de la sala, porque le daba un poco de vergüenza).

Sala de conciertos del Palau de la Música

Sala de conciertos del Palau de la Música

En la próxima visita a Barcelona seguro que voy a ejercer muchísimo más de turista, pero tengo que reconocer que este fin de semana largo ha estado muy bien 🙂